En el mundo actual, la felicidad se asocia comúnmente con la riqueza, el éxito y la popularidad. Sin embargo, la Biblia nos enseña que la verdadera felicidad no se encuentra en estas cosas, sino en una relación personal con Dios.
La Palabra de Dios nos dice que 'la alegría del Señor es mi fuerza' (Salmos 28:7). Esto significa que nuestra felicidad no depende de las circunstancias externas, sino de la presencia y amor de Dios en nuestras vidas.
La Biblia es llena de promesas y consejos sobre cómo encontrar felicidad en Dios. Por ejemplo, el libro de Salomón nos enseña que 'la sabiduría es más valiosa que todas las demás cosas' (Proverbios 3:14). Esto significa que la sabiduría divina es lo que nos dará la verdadera felicidad.
También, el apóstol Pablo nos dice que 'en todo momento, en todo lugar y en todo circunstancia, debemos dar gracias' (1 Tesalonicenses 5:18). Esto significa que nuestra felicidad no depende de las situaciones externas, sino de la actitud de agradecimiento y fe que tengamos.
En conclusión, la Biblia nos enseña que la felicidad no es algo que se encuentra en el mundo exterior, sino en nuestra relación con Dios. No hay circunstancias ni situaciones que puedan robarnos la felicidad si estamos enfocados en Dios.
Por lo tanto, debemos elegir cada día ser felices y agradecidos, no importa lo que suceda en nuestras vidas. La Biblia nos dice que 'no te preocupes por nada, sino más bien en todo cosa, con oración y ruego, presenté tus peticiones a Dios' (Filipenses 4:6). Esto significa que debemos dejar nuestros problemas y preocupaciones en manos de Dios y enfocarnos en la felicidad que nos brinda.